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Aunque la principal función del pelo sea la de proteger el cuero cabelludo de las adversidades climatológicas y traumatismos es, sin embargo, su vertiente estética la que despierta especial atención, siendo el cabello objeto de modas, tendencias y por supuesto el motor económico de toda la industria relacionada con productos para el pelo.
Algún ilustre calvo dijo una vez : “Dios hizo unas pocas cabezas perfectas, las demás las cubrió con pelo”. Es así como mientras una parte se resigna ante la pérdida de pelo o calvicie, otros por el contrario se resisten a ver como su cabeza pierde densidad capilar probando todo tipo de soluciones contra la alopecia y en algunos casos siendo víctimas de productos engañosos y tratamientos capilares poco efectivos.
Si bien todavía no existe la loción “mágica” que haga nacer el cabello donde no lo hay, sí al menos es importante ponerse en manos especializadas en cuanto comencemos a apreciar los primeros síntomas de pérdida de densidad capilar, caída de cabello o alopecia (acudir a un dermatólogo) que nos dirijan en el tratamiento más adecuado para nuestro problema capilar.
Pero, ¿qué es el pelo?
Básicamente, el cabello es un tallo de queratina que está implantado por su raíz en una depresión de la piel a través de las capas de epidermis , dermis e hipodermis. El cabello está formado por capas de células queratinizadas que aportan flexibilidad y resistencia mecánica. Nuestro pelo se compone de:
El tallo
constituye la fibra capilar, es la parte visible del cabello y tiene tres capas: la médula en el centro, el córtex cuyas células producen la melanina y la cutícula.
La raíz o bulbo piloso
es una zona de gran actividad ya que es donde se reciben los nutrientes a través de la papila dérmica la cual recoge los vasos sanguíneos, la glándula sebácea que secreta el sebo y el músculo erector responsable del fenómeno de “pelos de punta”.
Así el color del pelo está en función de la cantidad y calidad de la melanina. Este pigmento es más abundante en los cabellos oscuros. Con los años, la actividad de los melanocitos disminuye dando lugar al blanqueamiento del cabello (las canas).
El folículo piloso tiene un ritmo cíclico tanto de crecimiento como de caída por lo que el ciclo folicular comprende tres fases:
- Fase anágena – corresponde al periodo de crecimiento activo del cabello, dura de 2 a 6 años; es un pelo bien adherido y su arrancamiento resulta doloroso. El 85% de los bulbos pilosos están en dicha fase.
- Fase catágena – es la etapa de transición, dura aproximadamente unas 3 semanas, en ella se inicia un proceso de involución y afecta al 1-2 % de los cabellos. La actividad del folículo se detiene durante esta fase.
- Fase telógena – en ella se produce la caída del cabello, dura de 3-4 meses. El cabello se arranca sin dolor, el cabello muerto es desplazado por un nuevo cabello anágeno y cae. Afecta al 14% de los bulbos pilosos.